El huracán Otto sacude a Costa Rica y deja una secuela de muerte y destrucción

En Costa Rica hay una extendida temporada de lluvias. Pero no había habido nunca huracanes. El raro accionar del huracán Otto, el huracán del caribe que ha bajado más al sur del conjunto de naciones desde que hay registros de esos fenómenos, tomó por sorpresa a la gente. Y a las autoridades.
Un huracán –el séptimo de la temporada– que aparentaba no ser potencialmente destructivo, dejó rastros de muerte en Costa Rica, con un saldo preliminar de nueve personas fallecidas y bastante más de veinte desaparecidas.

Costa Rica sufrió desde el jueves y todo el viernes por primera oportunidad en su historia el poder destructivo del encontronazo directo de un huracán, el cual llegó a su territorio tras llevar a cabo una rarísima trayectoria que lo llevó a atravesar del Caribe al Pacífico.

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Las profundas lluvias y los vientos intensos de Otto -cuyo debilitamiento espera el Centro Nacional de Huracanes, con origen en Miami, en las próximas 24 horas- produjeron severos perjuicios en numerosas localidades del norte de Costa Rica, con especial gravedad en Upala, los Chiles y Bagaces.

“Hay muertos y desaparecidos, pero por ahora no vamos a especular”, dijo el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien ha dicho que una de las causas de esta catástrofe, como pasó además en el reciente huracán Matthew de Haití: la multitud pobre escoge no dejar sus viviendas por temor a perder lo poco que tienen.
Solís sentenció: “Le vamos a ofrecer durísimo con la ley a los que se metan a las viviendas de las familias que se vieron perjudicadas. No es soportable el saqueo de gente pobre y desplazada. No es costarricense”.

Otra vez la geografía del desastre ha coincidido con la geografía de la pobreza: las ciudades más remotas como Upala, Bagaces o Banasol fueron las que más han resentido la fuerza del meteoro con vientos que alcanzaron los 190 kilómetros por hora.

Según detalló el alcalde de Upala, Juan Bosco, al diario La Nación de Costa Rica, “la localidad fue arrasada y hay unas 25 personas desaparecidas”. Después señaló: “Mucha gente no creyó que el huracán fuera de tal intensidad hasta que comenzó a afectar; la Parte de la ganancia Nacional de Emergencias no apoyó. La multitud se resistió a salir”.

Las historias humanas, no obstante, dejan además casos positivos como el de una mujer en Banasol de Matina que lanzó al niño recién nacido de tres meses de su vecina a las aguas para salvarlo. “Señor, si el niño recién nacido es tuyo llevártelo y si es de nosotros déjalo. Esa fue la súplica que logró Rosa Villalta al meter al niño recién nacido de tres meses de su vecina en un maletín para después lanzarlo con una cuerda hasta una vivienda cercana y de esta forma salvarlo de la inundación”, narró ayer el diario La Nación.

Fuente: Cristo Viene Noticias

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