Funcionarios del gobierno y de salud mantendrán una discusión sobre las medidas de viaje más tarde el jueves. Los pacientes graves cayeron por debajo de 100.
(crédito de la foto: KOBI GIDEON / GPO)
Israel examinará la posibilidad de imponer más restricciones a los ciudadanos que no estén vacunados contra el COVID, dijo el jueves el primer ministro Naftali Bennett, después de una reunión con el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, y varios funcionarios del gobierno para evaluar la situación del coronavirus en el país.
Mientras tanto, las autoridades intensificarán la aplicación de la ley contra las violaciones de los requisitos del Pase Verde. Se instruirá a la policía para que proceda de inmediato a multar a los transgresores, en lugar de advertirlos primero.
Actualmente, en Israel, muchos lugares y actividades solo son accesibles para los titulares de Green Pass. Para ciertas industrias y profesiones, el documento también es necesario para ir a trabajar. Se otorga un Pase Verde a todos aquellos que se consideren protegidos contra el COVID (vacunados dos veces o recuperados en los seis meses anteriores, vacunados o recuperados con un refuerzo) o temporalmente a los que se someten a una prueba.
Según la declaración de Bennett, más tarde en el día se llevará a cabo una discusión sobre las restricciones de viaje.
Después de que los científicos sudafricanos anunciaran que se sospechaba que un aumento significativo de la morbilidad en el país había sido causado por una variante altamente mutada el 25 de noviembre, el gobierno aprobó rápidamente una serie de restricciones.
Un trabajador de salud de Clalit llena una jeringa con la vacuna COVID-19 en Cinema City en Jerusalén. (crédito: CLALIT HEALTH SERVICES)
Las reglas incluyen el cierre completo de las fronteras a los ciudadanos extranjeros y el requisito de que los viajeros vacunados que lleguen se pongan en cuarentena durante tres días y se sometan a una segunda prueba de PCR el tercer día además de la siguiente al aterrizaje. Además, alrededor de 50 países africanos fueron designados como rojos, lo que significa que los israelíes no pueden viajar allí a menos que obtengan un permiso gubernamental especial y todos los repatriados deben estar en cuarentena durante un mínimo de siete días, incluido el primer día en un hotel de coronavirus hasta que se tome el primer PCR luego del aterrizaje y resulte negativo.
Actualmente, estas medidas expirarán el domingo por la noche y los funcionarios deben decidir si extenderlas y por cuánto tiempo.
Mientras tanto, la morbilidad en Israel ha aumentado ligeramente en las últimas semanas, aunque la gran mayoría de los casos son causados por la variante Delta, que sigue siendo la variante dominante en el país. Hasta ahora solo se han identificado 21 casos de Omicron, ninguno después del lunes.
Se identificaron 651 nuevos portadores del virus el miércoles, dijo el jueves el Ministerio de Salud. Una semana antes eran 563.
El número de casos activos aumentó de alrededor de 5.300 a 5.900 la semana pasada. En el pico de la cuarta ola en septiembre, superaron los 80.000.
Al mismo tiempo, el número de pacientes graves cayó por debajo de 100 por primera vez desde julio.
Fuente: JPost- Traducido por UnidosxIsrael
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