A pesar de las frustraciones, la administración de Biden se muestra reacia a imponer sanciones a Irán ciertamente severas y, como resultado, Washington se ha encontrado sin un plan de acción alternativo y a merced de Teherán.
A menos que Occidente cambie su enfoque hacia Irán, pronto se convertirá en un estado de umbral nuclear. Esto no significa que Teherán realmente construirá una bomba nuclear, pero está haciendo todo lo posible para tener la capacidad para hacerlo en el menor tiempo posible una vez que tome esa decisión.
En los últimos meses, Irán ha logrado un progreso significativo en el enriquecimiento de uranio al 60% y más. A partir de ahí, sería un pequeño salto a un enriquecimiento de grado de armas del 90%. Según las estimaciones, si el gobierno iraní decide producir suficiente material fisionable para una bomba nuclear, podrá hacerlo en cuestión de semanas, asumiendo que nadie se interponga en su camino.
Sin embargo, el uranio enriquecido por sí solo no es suficiente para construir una bomba nuclear. Teherán también tendrá que completar el desarrollo de sus sitios nucleares, realizar experimentos y completar su proyecto de misiles de largo alcance. Según las estimaciones, Irán tardará uno o dos años en hacerlo, suponiendo que ningún otro país se interponga en su camino.
Los funcionarios en Israel dicen que Irán está actualmente persiguiendo sus objetivos nucleares a un ritmo mínimo para no hacer que los países occidentales vuelvan a imponer fuertes sanciones económicas al régimen o amenazarlo con una acción militar.
Para consternación de Washington, la reanudación de las conversaciones nucleares depende casi por completo de Teherán, que deliberadamente continúa estancado.
Estados Unidos esperaba que, siguiendo la política del ex presidente Donald Trump de «máxima presión» sobre Irán, que hizo retroceder la economía del régimen 15 años, rápidamente aceptaría volver al Plan de Acción Integral Conjunto original de 2015, e incluso estaría dispuesto a aceptarlo. en una oferta nueva y mejorada.
En realidad, la voluntad de la administración Biden de aliviar algunas de las sanciones ha ayudado a la economía de Irán hasta el punto de que sus líderes ya no temen los disturbios civiles y han avanzado con su programa nuclear. También le ha dado al régimen demasiada libertad de acción en las conversaciones nucleares.
Washington también esperaba que el recién elegido presidente iraní, Ebrahim Raisi, reanudara rápidamente las negociaciones, pero en realidad, han pasado más de dos meses desde que asumió el cargo y las conversaciones aún no se han reanudado.
A pesar de las frustraciones, la administración de Biden se muestra reacia a imponer sanciones a Irán, ciertamente severas y, como resultado, Washington se ha encontrado sin un plan de acción alternativo y a merced de Teherán.
Muchos en Israel están preocupados por la situación actual. Si bien algunos se sintieron alentados por la atención de Washington a las preocupaciones de Jerusalem con respecto a Irán, la mayoría se sintió frustrada por la falta de acción de la administración Biden para presionar a Irán para que regrese al acuerdo nuclear.
Habiendo dicho eso, Israel opina que el JCPOA al que Estados Unidos quiere que Irán regrese está lejos de ser perfecto, por decir lo menos, ya que permite a Irán poner legalmente sus manos sobre una bomba nuclear en una década. Sin embargo, la situación actual, con la falta de acuerdos y sanciones, es aún peor.
Según medios de comunicación extranjeros, Israel ha tomado varios medios para retrasar el programa nuclear iraní, incluido el objetivo de la instalación nuclear de Natanz. Sin embargo, según las estimaciones, solo retrasó a Irán unas pocas semanas o meses.
Como resultado de todo lo anterior, las Fuerzas de Defensa de Israel han comenzado en los últimos meses a preparar planes para hacer frente a la amenaza iraní, e incluso han recibido un presupuesto para ello del Ministerio de Finanzas.
El problema es que el plan es demasiado complejo y su efectividad es cuestionable, y demostrar lo contrario llevará bastante tiempo, durante el cual Irán podrá lograr avances significativos.
Jerusalem continúa esperando que un movimiento combinado, económico y operativo al menos presione a Irán para que regrese a la primera fase del JCPOA, dando tiempo a las FDI para completar sus preparativos para un ataque. Al mismo tiempo, Israel planea alentar a Occidente, especialmente a Estados Unidos, a adoptar un enfoque más decisivo hacia Irán.
Fuente: IsraelHayom-Traducido por UnidosxIsrael
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