2 Corintios 7:1 “Así que, amados, ya que poseemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”
Hace algunos años cuando por primera oportunidad escuche esa alabanza interpretada por Jesús Adrián Romero que se titula: “Hacemos hoy”, recuerdo que toco mi corazón de una manera particular y me fundamento a vivir en santidad.
La letra de la alabanza dice: “Hacemos hoy, frente tu altar, un deber de vivir en santidad”, verdaderamente el anhelo de nuestro corazón debe ser ese, el tratar por todos los métodos probables de vivir en santidad.
El hecho de no ser excelentes no significa licencia para pecar, ya que varios se excusan en que nadie es especial y por eso aceptan que el pecado realice presa de ellos.
Si bien es verdad ninguno de nosotros somos excelentes, eso no significa que debamos recibir al pecado con los brazos libres, por el fácil hecho de que somos imperfectos y fallamos. Una cosa es fallar y otra cosa es acostumbrarse a fallar siempre, poniendo como excusas la debilidad humana o algún otra similar.
Jesús vino a la tierra a mostrarnos que se puede vivir en santidad, que se puede ser tentado en todo, mas no pecar, es el ejemplo vivo en el cual no tenemos la posibilidad de contradecir nada, El vino a mostrarnos el sendero por el cual debíamos andar, a enseñarnos a partir deejemplo la forma correcta de vivir agradando a Dios, más allá de ser humano y sentir lo mismo que nosotros sentimos, el tomo la decisión de firmemente llevar a cabo un pacto con Dios de vivir en santidad y lo cumplió hasta el desenlace.
Si, yo se que ningún de nosotros somos Jesús, pero nos hacemos llamar “cristianos”, lo cual supone que nuestro modelo es Cristo Jesús, lo que tendría que traducirse en imitar su pasos, su andar, su testimonio, pero ¿Estaremos imitándolo?, ¿La imagen de Cristo esta reflejada en mi vida?, ¿Soy digno de llamarme católico?, son cuestiones que lejos de desanimarnos, nos deberían de llevar a la reflexión que como producto de una cambio extremista en nuestra forma de vivir.
Cuando venimos a Cristo decidimos ponerle fin a la vida desordenada que llevábamos, esa vida llena de pecado, la cual no se encontrabaalejando de la vida eterna, pero desde el instante que le entregamos nuestra vida al Señor decidimos empezar a seguirlo, empezar a imitar sus pasos, a ser guiados por el Espíritu Santo y a usar su Palabra como una lumbrera para nuestro sendero. A la vez renunciamos al pecado y decidimos llevar a cabo un deber con Dios de vivir en santidad.
Por situaciones de la vida ese deber se va a querer romper, puesto que nos enfrentaremos con ocasiones que van a querer manchar nuestra caminar, pero que hermoso seria que en esos instantes de conflicto interior en donde esta la selección de fallar o estar en santidad, consigas acordarse que un día dijiste NO AL PECADO y si a la VIDA QUE CRISTO TE OFRECIA.
Amados, es instante de pensar como esta nuestro deber con Dios, ¿Realmente nos encontramos cumpliendo sus expectativas?, ó ¿Estamos dejando bastante que desear?, no tiene que ver con desanimarnos en el sendero, ni bastante menos rendirnos al hecho de querer ser leales y vivir en santidad, hablamos de acordarse que TODO lo tenemos la posibilidad de en Cristo que nos hace más fuerte, hablamos de acordarse que nunca seré tentado mas de lo que logre aguantar, hablamos de acordarse que Dios jamás va a poner una carga sobre mi que no logre llevar, hablamos de acordarse que un día pedimos perdón por nuestros pecado y por lo tantodecidimos empezar a vivir una vida de santidad.
Santidad es apartados del pecado y consagrados para Dios, no que te vayas a poner detrás de vidrio y no salir de ahí porque en este momento eres santo, no, hablamos de que todos los días de mi existir sea fundamento de acordarse el deber que tengo de vivir santa y piadosamente como Dios anhela que lo realice.
No permitas que el pecado manche el diploma que esta listo para ti, el día de tu graduación en el cielo, no permitas que instantes de exitación arruinen tu corana, nada en este planeta merece como para omitir la vida eterna preparada para esos que perseveren hasta el objetivo (Mateo 10:22).
¿Cómo esta tu deber de santidad con el Señor?
Fuente: Cristo Viene Noticias
