En medio de conversaciones sobre un posible compromiso, el presidente de EE.UU. dice que «no tiene sentido que los líderes israelíes apresuren esto», dada la variedad de amenazas y desafíos que enfrenta el Estado judío.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo el domingo que el primer ministro Benjamin Netanyahu y su coalición de línea dura no deberían apresurarse en su intento “divisivo” de reformar el poder judicial de Israel, dadas las numerosas amenazas y desafíos que enfrenta Israel, y en su lugar deberían trabajar para construir un amplio consenso para la reforma legal.
“Desde la perspectiva de los amigos de Israel en Estados Unidos, parece que la actual propuesta de reforma judicial se está volviendo más divisiva, no menos”, dijo Biden en un comunicado al sitio de noticias Axios.
“Dada la variedad de amenazas y desafíos que enfrenta Israel en este momento, no tiene sentido que los líderes israelíes apresuren esto; el enfoque debe estar en unir a las personas y encontrar un consenso”, dijo el presidente.
La declaración del domingo parecía ser un último esfuerzo de la Casa Blanca para convencer a Netanyahu de que detuviera la reforma, horas antes de que la coalición pretendiera aprobar la primera legislación del paquete de reforma. Se produjo en medio de informes de progreso en las negociaciones de última hora entre el bloque gobernante y los líderes de la oposición para llegar a un compromiso con respecto al proyecto de ley de «razonabilidad» que se someterá a votación el lunes.
Lamentando un “momento de emergencia”, el presidente Isaac Herzog, recién regresado de conversaciones con Biden en Washington, dijo el domingo que estaba haciendo un esfuerzo desesperado para promover un compromiso entre la coalición y la oposición, con el objetivo de forjar un paquete de reforma judicial consensuado en medio del creciente y amargo enfrentamiento que ha llevado a cientos de miles a protestar durante varios días y ha dejado a más de 10,000 militares reservistas preparados para suspender su servicio voluntario.
Biden y su administración han advertido repetidamente a Netanyahu y su coalición religiosa de extrema derecha que no busquen una nueva versión del poder judicial independiente de Israel sin un acuerdo.
Apenas la semana pasada, Biden emitió una declaración a The New York Times en la que dijo: “Obviamente, esta es un área sobre la cual los israelíes tienen opiniones firmes, incluso en un movimiento de protesta duradero que demuestra la vitalidad de la democracia de Israel, que debe seguir siendo el núcleo de nuestra relación bilateral.
“Encontrar consenso en áreas controvertidas de política significa tomarse el tiempo necesario”, continuó. “Para cambios significativos, eso es esencial. Así que mi recomendación a los líderes israelíes es que no se apresuren. Creo que el mejor resultado es seguir buscando el consenso más amplio posible aquí”.
Pero Netanyahu no cambió de rumbo y le dijo a Biden en una llamada telefónica un día antes de que el presidente hiciera la declaración al Times que la oposición no está interesada en un compromiso y que seguiría adelante con la legislación que restringe la revisión judicial sin el amplio consenso que una vez le aseguró a Washington que obtendría. Sin embargo, el primer ministro israelí le dijo a Biden que buscaría un apoyo más generalizado para las partes posteriores de la reforma, que se aprobaría a finales de este año.
Biden tardó hasta la llamada telefónica de la semana pasada en aceptar reunirse con Netanyahu, luego de siete meses de abstenerse de tal reunión debido al continuo descontento de la administración con los planes de reforma judicial y las políticas de Jerusalén en Cisjordania.
De regreso de su visita a Estados Unidos, Herzog se dirigió directamente al Centro Médico Sheba en Ramat Gan, donde Netanyahu se está recuperando después de que le instalaran un marcapasos durante la noche, y luego también se sentó con el líder de la oposición Yair Lapid, de Yesh Atid, y el líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz.
Lapid pareció apoyar la propuesta de Herzog, que supuestamente implica suavizar las disposiciones del proyecto de ley de «razonabilidad» y congelar la legislación de revisión posterior para permitir negociaciones sustantivas, pero se informó que Gantz no estaba a favor. Los organizadores de la protesta se oponen con vehemencia a llegar a un compromiso con el gobierno.
De acuerdo con el sitio de noticias de Ynet, la mayoría de los detalles sobre la propuesta de Herzog han sido generalmente aceptados, pero el punto conflictivo es qué tan lejos se impulsaría el resto de los proyectos de ley de revisión. El Likud de Netanyahu está dispuesto a esperar no más de tres meses, mientras que Lapid exige al menos 15 meses.
Las noticias del Canal 12 dijeron que Gantz no estaba contento con empujar los temas más complicados y está a favor de una solución integral.
No hubo noticias oficiales sobre las propuestas discutidas en las reuniones. Las noticias del Canal 12 informaron por la noche que las brechas entre las partes sobre una posible suavización del proyecto de ley de «razonabilidad» no eran insuperables, y que el principal escollo era la demanda de la oposición de congelar 18 meses cualquier nueva legislación.
El domingo por la noche, los israelíes que se oponían y estaban a favor de la reforma judicial realizaron manifestaciones en duelo en Jerusalén y Tel Aviv, respectivamente, después de que la Knesset comenzara el domingo por la mañana el proceso de promulgación de la ley de «razonabilidad» que pondrá fin al escrutinio judicial sobre la «razonabilidad» del gabinete y las decisiones ministeriales.
A menos que se produzca un avance de última hora, se convertirá en la primera gran victoria legislativa de la plataforma de la coalición parlamentaria para reducir los controles judiciales del poder gubernamental.
La coalición de Netanyahu ha indicado que está avanzando a toda velocidad con la legislación de «razonabilidad» para mostrar el movimiento en su programa de revisión judicial antes de que la Knesset interrumpa su receso de verano el 30 de julio.
Avanzado en un cronograma apresurado que solo dedicó nueve sesiones del comité a preparar el texto central para una enmienda sustancial a una de las Leyes Básicas cuasi-constitucionales de Israel, se espera que el proyecto de ley elimine obstrucciones extensas para convertirse en ley el lunes o martes.
Los partidarios del proyecto de ley dicen que es impropio que un tribunal de jueces no electos ejerza su juicio sobre asuntos discrecionales o de política, que a menudo se incluyen en decisiones administrativas. Los críticos dicen que la eliminación generalizada de dicho escrutinio reducirá la necesidad del gobierno de pasar por procesos adecuados al tomar decisiones desde el principio. Y al eliminar la protección de los nombramientos, puede abrir el camino para acabar con la independencia de los guardianes democráticos.
La medida se anuncia como precursora de un cambio más sustantivo en el poder judicial, y los líderes de la coalición dicen que el siguiente paso es aumentar la influencia política sobre la selección judicial. Los líderes de la coalición también están presionando para darle a la Knesset un mecanismo para anular las invalidaciones judiciales de la legislación, un poder controvertido que Netanyahu dijo recientemente a los medios estadounidenses que no perseguiría, solo para enfrentar una severa reacción de sus socios políticos ultraortodoxos.
Mientras tanto, los manifestantes contra la reforma han aumentado la presión organizando su manifestación masiva semanal el sábado y otra gran manifestación el domingo en la capital al final de una «Marcha sobre Jerusalén» de cuatro días para establecer un campamento en Sacher Park cerca de la Knesset, donde dicen que permanecerán hasta que se archive la legislación.
También el sábado, unos 10.000 reservistas de las FDI dijeron que suspenderán su servicio de reserva de voluntarios en protesta por los planes del gobierno para reformar el sistema judicial. Esto siguió a un anuncio el viernes cuando más de 1142 reservistas de la Fuerza Aérea de Israel, incluidos más de 400 pilotos, emitieron una carta en la que decían que suspenderían su servicio de reserva voluntario.
Estos movimientos fueron los últimos en enviar ondas de choque a través de las fuerzas armadas, que luchan por detener una creciente avalancha de tropas de reserva que abandonan el servicio voluntario para protestar por la reforma, ya que los funcionarios de defensa advierten que el fenómeno podría afectar la preparación nacional.
En medio de las crecientes protestas dentro de las fuerzas armadas, se dijo que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, estaba trabajando para tratar de retrasar la votación en la Knesset sobre el proyecto de ley de razonabilidad y trabajar hacia un “amplio consenso” que “garantice la seguridad del Estado de Israel, mientras deja a las FDI separadas del discurso político”.
El ministro de defensa jugó un papel decisivo en la pausa de la controvertida revisión a fines de marzo. Después de pedir el cese de la legislación en un discurso público, Netanyahu lo despidió, lo que provocó protestas masivas, una huelga laboral nacional y el cierre del aeropuerto Ben Gurion.
Netanyahu suspendió temporalmente la legislación, aceptó conversaciones con la oposición bajo la égida de Herzog que desde entonces se han desmoronado y, finalmente, reinstaló a Gallant.
Esta vez, informó el viernes el Canal 12, Gallant estaba tratando de trabajar dentro del sistema político para tratar de calmar la crisis.
En un informe de seguimiento el domingo, el Canal 12 dijo que Netanyahu llamó inmediatamente a Gallant después de que la red informara sobre sus esfuerzos por llegar a un compromiso el viernes y le dijo enojado al ministro de Defensa que retrocediera.
“Crees que tu propuesta puede ser beneficiosa pero hace mucho daño. Deja de actuar como si fueras el primer ministro. Estoy manejando el incidente, deja de interferir”, informó el Canal 12 que Netanyahu le dijo a Gallant durante su llamada.
Fuente: TheTimesofIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
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