Los israelíes atrapados en la masacre asesina de los terroristas de Hamas demostraron heroísmo, determinación y fortaleza.
Mientras los terroristas de Hamás avanzaban salvajemente por el sur de Israel, masacrando a más de 1.300 personas y mostrando lo peor que la humanidad tiene para ofrecer, hombres y mujeres israelíes llevaron a cabo innumerables actos de valentía.
Para algunos fue su acto final. La paramédico de 22 años del Kibbutz Be’eri insistió en quedarse y ayudar a los heridos, luego se escondió durante seis horas en la cocina de la clínica agarrando un cuchillo, esperando (como tantos) una ayuda que nunca llegó. Cuando los terroristas se acercaron, ella le envió un mensaje de texto con sus últimas palabras a su hermana: «Te amo».
Estaba la joven pareja del Kibbutz Kfar Aza, que escondió a sus gemelos de 10 meses en su habitación segura antes de entablar una lucha desesperada con los terroristas bien armados.
O los veteranos, ex oficiales de las FDI, ahora abuelos y bisabuelos, que se apresuraron hacia el sur para enfrentarse al enemigo, matando a decenas.
Sin duda, muchos más actos de valentía pasaron desapercibidos y no anunciados.
Aquí hay algunos que han aparecido en los titulares:
- La heroína de Nir Am
Inbal Liberman, de 25 años, salvó a todo su kibutz del destino espantoso de muchos otros kibutz de la región.
Liberman, que se desempeña como coordinadora de seguridad militar del Kibbutz Nir Am desde diciembre de 2022, escuchó explosiones el sábado por la mañana, el día del ataque furtivo de Hamás.
Inbal se dio cuenta de que las explosiones eran diferentes de los ataques con cohetes a los que se había acostumbrado. Con poco tiempo de sobra (el kibutz Nir Am está ubicado a solo un tiro de piedra de la Franja de Gaza, poco más de media milla), se apresuró a abrir el arsenal del kibutz.
Distribuyó armas a su equipo de seguridad de 12 hombres, formado por otros miembros del kibutz, las dispuso a lo largo de la valla del kibutz y tendió emboscadas a los terroristas.
Inbal Liberman. Fuente: Facebook.
Cuando llegaron los asesinos sedientos de sangre, esperando otra masacre fácil, se llevaron la sorpresa de sus vidas. El equipo de seguridad mató a tiros a 20 personas (la propia Liberman mató a cinco) mientras los asesinos de Hamás se topaban con un muro de fuego.
Sa’ar Paz, miembro del equipo de seguridad, dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel sólo le habían dicho a Inbal que estuviera en espera. Ella tomó la iniciativa en lo que él describió como una toma de decisiones sin igual, enviando a su equipo a diferentes sectores para proteger el kibutz y trazando un plan de defensa.
Una publicación en las redes sociales captó su heroísmo de manera sucinta:
“La mujer de la foto se llama Inbal Liberman. Cuando todo termine, esta mujer recibirá el Premio Israel. La historia de su heroísmo es una historia que pasará a formar parte del mito israelí durante generaciones. Inbal es la razón por la que hay un kibutz en toda la zona circundante que permanece ileso: Nir Am. Liberman, hija del kibutz, fue la primera en todo el Estado de Israel en comprender lo que estaba pasando.
“Corrió como loca de casa en casa, organizó el equipo de emergencia y preparó un plan de trabajo para proteger el kibutz y colocó hombres en emboscadas en la cerca del kibutz. Todos los terroristas que llegaron al kibutz fueron asesinados en la valla: 25 terroristas. Una héroe de Israel”.
- La pareja que se salvó
Erez y Yifat Yatzkan se turnaron para salvarse mutuamente, junto con su hija. Era una mañana de sábado soñolienta en el Kibbutz Kfar Aza cuando escucharon el sonido de explosiones. Supusieron que se trataba de otra ronda de lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza. Inmediatamente se dirigieron a su habitación segura, un espacio reforzado contra ataques con misiles.
Esta vez también escucharon disparos. Los disparos se acercaron y Yifat y Erez comprendieron que los terroristas habían entrado en su casa. Los terroristas localizaron rápidamente la habitación segura e intentaron abrirla. La puerta no tenía cerradura y Erez la mantuvo cerrada mientras los terroristas intentaban abrirla por el otro lado.
“Fue una lucha loca: ellos tiran y él retrocede. Eran varias personas y él era uno. Hasta ahora, todavía no puedo entender cómo pudo superarlos”, dijo Yifat al Canal 12.
Erez y Yifat Yatzkan. Cortesía.
Cuando los terroristas de Hamás no lograron vencer a Erez en el tira y afloja, intentaron disparar contra la manija de la puerta. Cuando eso también falló, colocaron una carga explosiva en la puerta. “Hubo un boom loco. Todos volamos hacia atrás con fuerza por la fuerza de la explosión. Erez fue el que más lo sintió. Sus dos manos literalmente explotaron por la lucha y la explosión”, dijo Yifat.
La explosión abrió un pequeño agujero en la puerta, pero por lo demás pareció funcionar a favor de Erez y Yifat: selló la puerta. Los terroristas sacudieron la manija pero no pudieron abrirla. Se dieron por vencidos por la frustración y abandonaron la casa.
Pero Erez estaba en malas condiciones. Sus manos sangraban profusamente. Con un dolor extremo, les dijo que le vendaran las manos con un torniquete. Su hija tomó un viejo cable telefónico y ató un torniquete alrededor de ambas manos de su padre.
Yifat y su hija comenzaron a comunicarse por teléfono celular para informar a todos en el kibutz. Todavía no entendían la gravedad de la situación. “Primero llamé a mi amigo del Hospital Hadassah, quien me puso en contacto con un traumatólogo y nos explicó cómo tratar a Erez: llevarle mucha azúcar y agua y levantarle las piernas porque perdió mucha sangre”. dijo Yifat.
“Traté de llamar a la enfermera del kibutz. Quizás ella ayudaría. En retrospectiva, me doy cuenta de que ella y su marido habían sido asesinados”, añadió.
Erez, al tener dificultades para respirar, les rogó que abrieran la ventana de la habitación segura. Yifat se arriesgó. La hija escuchó a los oficiales de las FDI y les gritó pidiendo ayuda. Uno de los soldados, él mismo herido, les lanzó dos torniquetes.
En ese momento, Yifat tomó una decisión muy valiente. Se dio cuenta de que su marido necesitaba ayuda. Ella saltó por la ventana. Lo que vio fue “como una película”: explosiones, gritos en árabe, su casa acribillada a balazos. “Escuché disparos al aire. Me agaché y corrí al almacén para conseguir una escalera que me ayudara a subir a la habitación segura. Luego volví corriendo a la casa y traje todo lo que faltaba. Hice este pasaje tres veces más”.
Las FDI lucharon contra los terroristas pero, a medida que pasaban las horas, la condición de Erez empeoró. “Erez me dijo que no duraría. Le dijimos que tenía que hacerlo”.
Después de siete horas en la habitación segura, las fuerzas de las FDI llegaron y los ayudaron a salir por la ventana. Incluso cuando abandonaron el kibutz no estaban fuera de peligro. El vehículo militar en el que se encontraban se topó con un escuadrón de terroristas que abrió fuego. El conductor logró darse a la fuga.
Erez y Yifat fueron evacuados en helicóptero al hospital Tel Hashomer. El lunes, Erez se sometió a una cirugía inicial en las manos. Será la primera de muchas.
- Un policía salva a su hija.
El superintendente adjunto de la policía de Israel, Shimon Portal, oficial de inteligencia del distrito sur y ex comandante de la policía de Ashdod, recibió una llamada de su hija Neta el sábado por la mañana.
Neta, que vive en el kibutz Kfar Aza, dijo que los terroristas habían entrado al kibutz y su vida estaba en peligro.
“A mí todavía no me habían convocado. Así que me presenté solo”, dijo Portal después a los medios israelíes.
Le preguntó a Neta si estaba en la habitación segura y ella le dijo que sí y que la puerta estaba cerrada. Luego recibió un mensaje de ella diciendo que los terroristas estaban disparando.
Portal, armado sólo con una pistola, escribió una respuesta de una palabra: “Ya voy”. Se subió a su auto y aceleró hacia el kibutz, a aproximadamente una hora de distancia.
Los israelíes actuaron con gran valentía ante el monstruoso ataque de Hamás.
El superintendente adjunto de la policía, Shimon Portal. Fuente: Unidad del Portavoz de la Policía
Portal ignoró a los terroristas esparcidos a lo largo de la autopista 232 mientras disparaban contra su automóvil. “Estoy conduciendo como loco hacia el kibutz. Me disparan, disparan a mi auto y sigo”, dijo a Canal 13.
Al detenerse en una gasolinera, se encontró con un policía que había enviado al sur, Boris Berdin. Berdin había matado a un terrorista, pero el terrorista lo había herido. Portal llevó a Berdin a un lugar seguro y luego continuó su viaje para rescatar a su hija.
Cuando Portal llegó a la casa de su hija, los terroristas habían entrado y estaban luchando por entrar en la habitación segura donde ella y su novio, Santiago, se escondían.
Portal se acercó a su casa gritando “Neta, Neta, Neta”, pero luego vio a tres niños aterrorizados escondiéndose de un grupo de terroristas. Decidió que tenía que rescatarlos primero, llevándolos a su automóvil y llevándolos a un lugar más seguro. Luego dos personas más, una pareja, salieron de una casa quemada. También los llevó a un lugar seguro antes de regresar para rescatar a su hija.
Mientras tanto, su hija se incendiaba.
“Recibo una bala en mi pie derecho. Santiago también recibe una bala en el pie izquierdo [disparada] a través de la habitación segura”, recordó Neta.
“Abro la ventana de la habitación segura. … Veo un grupo, creo que es lo que vio mi padre, de 10 o 15 terroristas parados y apoyados en un vehículo fumando cigarrillos y riéndose a carcajadas”.
Esta batalla contra los terroristas duró casi tres horas antes de que Portal lograra llegar a Neta. Llevó a su hija sangrante sobre sus hombros fuera del lugar y a un lugar seguro.
Portal dijo que todavía no puede dormir. Sus pensamientos están con los niños pequeños que rescató del peligro inmediato. “No sé quiénes son esos niños. Tengo que saberlo para ver que estén bien. No tengo idea”, dijo.
Neta dijo: “Tengo un padre héroe. Tengo un compañero héroe. Ninguno de los dos dejó de luchar por mí. Estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por mí”.
Fuente: JNS- Traducido por UnidosxIsrael
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