Casi tres docenas de líderes religiosos en Escocia se han unido para levantar acciones legales contra su gobierno, exigiendo que revisen sus medidas impuestas, ya que cierran iglesias, prohíben los cultos y «criminalizan los servicios públicos».
Según un comunicado del Christian Legal Center con sede en Londres, los líderes de la iglesia reclaman que las regulaciones impuestas por el gobierno escocés «son una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos (artículos 9 y 11) y la Constitución de Escocia».
Dicho reclamo es presentado por al menos 27 líderes religiosos de la Iglesia Libre de Escocia, la Iglesia de Escocia y también de otras iglesias independientes.
Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, emitió a principios del mes de enero un reglamento que califica como «delito en los niveles más altos que las iglesias celebren servicios en persona, por ejemplo, para realizar bautismos».
Poco después se envió una carta a los ministros y autoridades escoceses en nombre de los líderes de la iglesia.
«Los ministros escoceses no han sabido apreciar que el cierre de los lugares de culto es un paso desproporcionado y que tiene serias implicaciones para la libertad de religión», escribieron.
«Escocia es la única nación en el Reino Unido que ha cerrado lugares de culto en este momento y esta acción también está fuera de sintonía con las restricciones que se han implementado en otros países».
Los pastores señalaron a modo de advertencia que las medidas les prohíben apoyar a sus feligreses y comunidades en sus necesidades materiales, emocionales y espirituales.
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No obstante, las autoridades de Escocia rechazaron el reclamo afirmando que la imposición de dichas regulaciones son con el propósito de «proteger la salud pública».
En el documento legal, los líderes señalan que el culto público y corporativo, que involucra la reunión física de los cristianos, es fundamental e indispensable, pues, si hay ausencia del pueblo de Dios, no hay iglesia.
El reverendo Nathan Owens de Maxwell Church, dijo en un comunicado que atiende a varias personas de la población vulnerable y que ha presenciado las consecuencias del cierre de iglesias.
«Creemos que la apertura de iglesias no es solo un derecho humano o un asunto constitucional escocés, sino que es una de las formas más importantes en que nuestra sociedad puede responder a esta pandemia», aseguró.
El reverendo William Philip, quien dirige la Iglesia Tron de 500 miembros en la ciudad de Glasgow, advirtió que los «más pobres, los más ancianos y los más vulnerables» no tienen acceso a las transmisiones de su iglesia.
Así como ellos, muchos otros pastores y predicadores manifestaron sus preocupaciones referentes a estas medidas ya que consideran que aunque es necesario guardar la salud de los ciudadanos, ellos, como iglesia, también cumplen un rol importante en la lucha contra los efectos de la pandemia.
Pray for our brothers in Scotland as they battle to open their churches from government shutdown. Pray for the @20schemes churches.
Scottish church leaders launch legal action over ‘unlawful’ closures and criminalisation of public worship https://t.co/s6xvR3kW3f
— Tom Buck (@TomBuck) January 29, 2021
BREAKING: A group of Scottish church leaders has launched a claim for judicial review over the Scottish Minsters’ unprecedented decision to close churches and criminalise public worship during the current lockdown.
Find out more. https://t.co/X97oMzZXHD pic.twitter.com/0vvauY10yy
— Christian Concern (@CConcern) January 29, 2021
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Fuente: Biblia Todo
