La gran luna llena que vimos el pasado mes de octubre era sólo el anticipo de lo que está por llegar. El próximo lunes 14 de noviembre, la Luna entrará en su perigeo, es decir, que estará en su punto más cercano a la Tierra, mostrándose un 14% más grande y un 30% más luminosa. Esto no ocurría desde el año 1948 y no volverá a pasar hasta dentro de 18 años, por lo que la NASA ha lanzado un comunicado para que nadie se la pierda.
De hecho, esta SuperLuna será tan grande y tan potente que vamos a poder verla incluso de día: su momento de máximo esplendor se espera para minutos antes de las 14.00h, por lo que será de las pocas veces que podremos comer bajo la ‘luz de la Luna’. Aunque la Luna diurna no es un fenómeno extraño, sí lo es en su fase completa, porque normalmente podemos verla en a mediodía o antes del atardecer cuando se encuentra o bien creciendo, o bien menguando. Pero nunca llena.
¿Por qué ocurre, entonces, este fenómeno? Evidentemente, la Luna no crece ni cambia sus proporciones; pero, en su órbita elíptica, el satélite se situará en su punto más cercano a nuestro planeta (el perigeo), a 48.000 km de su punto más lejano (el apogeo) y 1.000 Km más cerca de la Luna que vimos en octubre. A esto se le suma que la Luna estará perfectamente alineada con el Sol y La Tierra, por lo que no será una Superluna común, sino una súper-súper-luna, algo que no ocurría desde hace 70 años y que no volverá a verse hasta el 25 de noviembre de 2034.
Esta luna se llama la ‘Luna del Castor’
Como ocurre todos los meses, nuestro único satélite tiene un sobrenombre y una historia que lo acompaña. Tradicionalmente, la luna de noviembre se conoce como la ‘Luna del Castor’ por ser éste el momento en el que los cazadores ponián trampas para cazar a los castores antes de que los lagos se congelarán por el frío del invierno y pudieran tener pieles suficientes para abrigarse.
Aunque su luz será tan fuerte que podrá verse en todas las ciudades (si la meteorología lo permite), siempre es recomendable alejarse de la contaminación lumínica.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
