“Había una chica, una joven, tal vez 19, 20 años, entró en la clínica y explicó que su novio no quería tener hijos”.
“Ella entró y nosotros hicimos su registro, hicimos el ultrasonido y descubrimos, bien, ella descubrió que en vez de un bebé, había cuatro, y no eran sólo cuatro, pero todos eran idénticos”, explicó Neyer.
El novio era “un hombre mayor” que estaba obligando a la joven a hacer el aborto, pero ella misma no quería hacer el procedimiento.
“Entonces ella partió, y lo que el novio acabó haciendo fue llevarla a otro lugar que yo llamo ‘clínica de carnicería’, y ellos le dieron el misoprostol. Después, al día siguiente … ella volvió con mucho dolor y, sangre escurriendo “, contó Neyer.
El misoprostol es una droga utilizada como alternativa al aborto quirúrgico porque es considerada “menos invasiva, más autónoma y discreta”. Cuando se combina con el RU-486, los medicamentos inducir un “aborto espontáneo”. Pero a veces, hay serias complicaciones.
Cuando la joven entró sangrando en la Planned Parenthood, donde Neyer trabajaba, ellos completaron el aborto.
“Ella tenía por lo menos 15, casi 16 semanas de embarazo, los bebés eran grandes … estos dos bebés se estaban sosteniendo, aferrando … eran todos niños, y ellos simplemente se estaban sosteniendo. El último de ellos fue el único que conseguimos “garantizar que estaba con todas las partes de su cuerpo. Fue simplemente horrible”, dijo Neyer al Daily Signal.
“Y entonces, la mirada en el rostro de aquella muchacha cuando todo terminó, ella parecía perdida … Sólo recuerdo mirarla, ponerla en el coche de su amiga, y ver su rostro sólo con la mirada vacía”, añadió.
Como resultado de testimoniar el procedimiento angustiante, Neyer decidió que ya no podía continuar allí.
“Eso todo me llevó a tomar la decisión, porque nunca había visto nada así”, dijo. “Yo golpeaba la pared con mi compañero de trabajo y llorábamos mucho. Nos quedamos allí y lloramos por aquellos bebés … Recuerdo decir: ‘Él es un bebé, es un bebé, se parece exactamente a un bebé’ … nos quedamos en esa sala recogiendo las partes de los bebés que fueron descuartadas y lloramos “, dijo Neyer.
Mientras Neyer trabajaba en la Planned Parenthood, ella supo que la organización estaba más interesada en dinero que cuidar la salud de las mujeres.
Pensando por un lado que la organización era ‘pro-elección’, en otro momento ella aconsejó a una joven no hacer un aborto. El director de la clínica descubrió y se enfureció.
“Fue ahí donde percibí que la Planned Parenthood no se preocupaba por las elecciones, sino con una meta de abortos”, explicó Neyer, hablando sobre su decisión final de dimitir.
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Fuente: Biblia Todo
