La ciudad de San Juan de los Lagos, en México , recibe anualmente cerca de siete millones de peregrinos católicos que caminan en procesión por las calles de la región. Pasan cerca de una pequeña iglesia evangélica local, que se convirtió en una oportunidad perfecta para evangelizar ” la iglesia en la calle.”
Tiendas de campaña con la atención médica, comida y cafés calientes están instalados en el camino de los peregrinos para abrir la oportunidad de compartir las verdades bíblicas acerca de Jesucristo. La iglesia de Comunidad de Fe comenzó esta idea en 2014.
“Nació de una necesidad, comenzamos con una taza de café. No teníamos idea de que íbamos a hacer “, dijo Alberto Ramos, que concibió la acción con su esposa. “Hacemos esto para mostrar el amor de Cristo. El tuvo piedad de nosotros, por lo que estamos mostrando su amor por los peregrinos,” dijo Arcelia Ramirez.
La idea llamó la atención de algunos misioneros estadounidenses y al año siguiente, la acción se llevó a cabo con los servicios médicos.
“La primera vez que vino a San Juan y vimos los peregrinos querían hacer más. Así que pensamos que sería bueno si nos llevamos un equipo médico para tratar sus lesiones, el dolor a causa de la larga caminata y nos da la oportunidad de orar por ellos” dijo el misionero Vonda Kidd, que viene de Oklahoma, EE.UU..
oportunidad
Desde 2015, el servicio se ha vuelto más global. Ofrecen comida , atención médica y, lo más importante, la palabra de Dios. Para los voluntarios como Abigail Ahumada, ama a la gente es el mejor cuidado que pueden proporcionar.
“El caso más común es el de conocer a personas que fueron afectadas en las plantas de los pies, con, heridas sangrantes abiertas, tendones inflamados,” dijo. “La verdadera intención es dar a conocer la Palabra de Dios, hablando de Cristo, que es el verdadero Dios y que no hay necesidad de hacer tal sacrificio “.
El médico y misionero Ken Phillips cree que la dedicación de estos peregrinos es la mejor puerta para compartir el amor de Dios. “Se trata de personas muy religiosas, de lo contrario no caminarian 96 kilómetros. Les digo que no importa lo que hacen, nada puede igualar el sacrificio de Cristo para ellos”, dijo.
Aaron Villalobos, natural de San Juan, explica acerca de la religiosidad de su gente. “Tienen mucha religión, pero no tienen una relacion con Dios. La mayoría de las personas que vienen en procesión nunca han leído la Biblia. Ellos no conocen a Dios. Es una tradición de más de 300 años pero vemos que tiene un menor número de seguidores “
En cuatro días de proyecto con los peregrinos, el equipo de 50 evangélicos distribuyeron 20.000 folletos evangelísticos, 2,000 tazas de café, 1500 vasos de agua y vio cerca de 120 personas vienieron a los pies de Cristo.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
