En la iglesia evangélica Ministerio Vida Nueva de las Asambleas de Dios, de Brasil, un ladrón se metió a robar en el recinto y murió segundos después, la causa: se infartó mientras cometía este hurto.
Cuentan las personas que allí se congregan, que el ladrón saltó la pared del frente de la iglesia para robar a los presentes, pero en medio del atraco tuvo un infarto fulminante que lo mató enseguida.
Según la policía y sus investigaciones, el fallecido ladrón tenía consigo un arma de juguete con la que pretendía amenazar a las personas dentro de la iglesia y robar la tesorería del templo.
En América Latina se ha hecho controversial el hecho de que en repetidas oportunidades los ladrones que quieren asaltar una iglesia terminen muertos.
Fuente: Biblia Todo