El avión presidencial aterrizó en la pista, bajo un cielo completamente despejado, y recorrió varios metros hasta colocarse frente a la alfombra de 80 metros donde le esperaba la comitiva de bienvenida.
El flamante embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, estaba en el grupo de recepción junto a la guardia de honor y una banda de música ante la que todos posaron para el saludo oficial de la visita. Luego, los presentes se detuvieron a escuchar los himnos de Estados Unidos e Israel.
Al arribar Trump dijo que sus encuentros en Arabia Saudita con el rey Salman y otros líderes árabes le dieron “nuevas razones de esperanza”.
“Tenemos ante nosotros una rara oportunidad para traer seguridad, estabilidad y paz a esta región y su gente”, manifestó Trump. “Para derrotar al terrorismo y crear un futuro de paz y prosperidad”.
Se trata de la segunda escala de la primera gira internacional de Trump, que proviene directamente de Arabia Saudita.
Trump comienza su agenda de trabajo con una reunión en Jerusalén con su homólogo Rivlin.
Un helicóptero trasladó a Trump a Jerusalén, donde su primera parada será en la Residencia Presidencial, donde será agasajado con una recepción de honor, firmará el libro de visitas, se reunirá media hora con Rivlin, y realizarán una breve declaración conjunta a la prensa.
Desde allí, y acompañado de Melanie, Trump se desplazará a la Ciudad Vieja de Jerusalén, en una visita privada, que ha causado controversia porque los presidentes estadounidenses en actividad no la incluyen en su itinerario por considerar que la situación jurídica de la ciudadela debe determinarse en negociaciones con los palestinos.
Trump realizará mañana una visita a la ciudad cisjordana de Belén donde se reunirá con el presidente palestino, Mahmud Abbás.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
