¿Por qué calla la izquierda ante la lucha de las mujeres iraníes?

La activista británica de origen iraní Shapi Jorsandi, presidente de Humanist UK, llama a la izquierda a salir en defensa de las mujeres que están desafiando al régimen de los ayatolás con un artículo que lleva por expresivo título “¿Por qué no apoyarán las feministas occidentales a la mujer detenida en Irán por quitarse el hiyab? Eso no les convertirá en islafómobas”.

(…) hay un espeluznante silencio de gran parte de la izquierda, feministas incluidas, cuando en Irán las mujeres se juegan la vida y la libertad desafiando en público la ley que les obliga a llevar el hiyab.

El silencio de la izquierda permite a la extrema derecha campar a sus anchas y utilizar el drama de las mujeres iraníes para criticar la mera presencia de musulmanes en Occidente y denigrar a las feministas occidentales.

(…)

Se necesita un extraordinario coraje para hacer lo que hizo la primera mujer que protestó contra el uso obligatorio del hiyab este mismo año. Estar a su lado, hablar en su defensa, clamar contra la República Islámica diez veces más alto que lo que jamás pueda hacerlo Jayda Fransen [dirigente del partido ultra Britain First recientemente condenada a prisión por islamofobia] no te convierte en antiislámico o imperialista, sino en [activista] pro derechos humanos y feminista, y acallas las insensateces de la estúpida extrema derecha. Por favor, no dejemos todo en manos de Peter Tatchell [activista de izquierdas volcado en la defensa de los derechos de los homosexuales].

En Al Arabiya, el analista francés Christian Chesnot escribe sobre las horas difíciles que están viviendo los kurdos sirios, a los que está atacando Turquía ante la inacción de las potencias occidentales, que tanto han confiado en los peshmergas en la guerra contra el Estado Islámico.

Hace tres años, los kurdos tomaron Kobani (Ain al Arab) de manos de los yihadistas [del Estado Islámico]. El mundo entero celebró ese triunfo [cargado de simbolismo] destacando el heroísmo de los peshmergas [guerrilleros kurdos]. Las imágenes en las que se veía a mujeres uniformadas [luchando] contra los combatientes del ISIS vestidos de negro coparon los titulares.

La batalla de Kobani será siempre la primera victoria que llevó a la demolición del “autoproclamado califato” de Abubaker al Bagdadi en Siria. Los kurdos, con la ayuda de clanes tribales locales, estuvieron presentes en todas las batallas (…)

(…)

¡Pero todo eso fue ayer! Las tornas han cambiado de manera dramática y hoy los kurdos sirio están muy solos. Se sienten abandonados. […] Todo apunta a que todo el mundo quiere dar a los kurdos una lección después de su victoria militar sobre el ISIS.

Esta es la predicción de Seth G. Jones, del Center for Strategic and International Studies (CSIS), que por otro lado aconseja a la organización terrorista islamista que siga los pasos de otra terrible banda criminal, las FARC colombianas, llegue a un acuerdo de paz con el Gobierno afgano y abandone las armas.

Aunque el Talibán ha demostrado una sorprendente habilidad para sobrevivir y perpetrar ataques de gran envergadura en ciudades como Kabul, hoy día es más débil de lo que la mayoría reconoce. Lo maniata una ideología demasiado extrema para la mayoría de los afganos, (…) [su apuesta por] tácticas brutales que han provocado la muerte de decenas de miles de afganos inocentes y les ha alejado de muchísimos más, una amplia implicación en la corrupción y su dependencia de aliados foráneos impopulares como Pakistán. La mayoría de los principales líderes del Talibán aún creen en que algún día podrán reconquistar Kabul, derrocar al Gobierno afgano y establecer un emirato islámico extremo (…) Pero, dada la debilidad del grupo y la decisión de EEUU de mantener sus tropas en el país, se trata de algo improbable.

De hecho, la debilidad tanto del Talibán como del actual Gobierno afgano sugiere que lo más probable es que haya una situación de punto muerto para el futuro previsible.

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Fuente: El Medio

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