En el mundo de Marvel y DC Comics, encontramos cientos de héroes con los que nos sentimos identificamos por distintas razones, principalmente por su fuerza y los poderes sobrehumanos que los mutantes poseen, su valentía, los excesos con los que crecen o su inconmensurable ego; muchos de nosotros crecimos viendo por televisión estos dibujos animados, nos divertimos jugando con las figuras, tratando de imitar sus súper poderes; o como en mí caso indagando sobre sus vidas -ficticias claramente-.
Apuesto que alguno de los lectores soñó con tener la fuerza de Hulk, el camuflaje de Mística, el coraje de Wolwerine, el humor negro de Deadpool, las habilidades de Spiderman, la determinación de Storm o la sabiduría de Charles Xavier.
Como vimos, hay de todo tipo, forma, color y jerarquía; pero además de sus poderes sobrenaturales, cada uno tiene una historia que contar, y sin duda, una de las más apasionantes es la de Magneto.
La historia de Magneto tiene muchas similitudes con las de miles de judíos que sobrevivieron al proceso de exterminio sistemático llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, conocido popularmente como El Holocausto, o también llamado en Hebreo “Shoá”.
Max Eisenhardt (Magneto), nació en Nuremberg Alemania, misma ciudad donde años más tarde se realizaría el juicio contra los asesinos de masas del Partido Nacional Socialista; durante su infancia fue perseguido por los nazis en las campañas antisemitas de los acólitos de Adolfo Hitler.
Max, en un intento de supervivencia, logra escapar de la persecución, pero los tentáculos nazis llegaron hasta sus padres, los cuales fueron asesinados en un progrom (linchamiento) orquestado por los lambiscones de Hitler.
Unos meses más tarde Max es encontrado por la Gestapo, la policía secreta del gobierno alemán, y es deportado al campo de exterminio en Auschwitz donde sobrevivir era casi imposible, a razón de que en este campo se realizó la mayor campaña de gaseamiento y exterminio contra la minoría judía. Es en medio de este infierno, de la desidia, la inanición y la miseria donde Max conoce y se enamora de una gitana llamada Magda (los gitanos o rumanos también fueron una minoría perseguida), y que tiempo después se convertiría en su esposa.
La vida de Max en Auschwitz estuvo a punto de llegar a su fin de no ser por el dramático rescate de Wolverine (Logan), el cual, sirviendo como soldado del ejército de los Estados Unidos, rescata a Max de morir en las cámaras de gas y los hornos crematorios, su muerte era inminente, de no ser por la intervención de “Guepardo”.
A Logan, se le puede considerar, como les llaman en Israel, un “Justo Entre Las Naciones”, ya que ayudó a un judío, no siendo él de origen judío, a sobrevivir al Holocausto sin ningún interés más que el de la buena voluntad y poniendo su vida en riesgo.
Dejando la ficción de lado un momento, el gobierno de Israel concede estos reconocimientos a aquellos que en una etapa de oscurantismo moral se atrevieron a ayudar a su prójimo, y en su memoria siembran un árbol en el Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto (Yad Vashem) con sede en Jerusalén.
Tiempo después, Magda y Max deciden unir sus vidas y juntos se van a vivir a la Unión Soviética (URSS) donde pretenden construir una nueva historia. Juntos tienen una hija a la que llaman Anya, que por avatares de la vida morirá años más tarde en un incendio del que su padre es incapaz de rescatar; las cosas se complican aún más cuando Max, enardecido por la multitud que le impidió salvar a su hija, utilizó sus poderes de forma incontrolable y asesinó a toda aquella muchedumbre y a los cuidados circundantes.
Su esposa asustada por lo que hizo Max, huye y se separa de él, solo para darse cuenta más tarde que estaba embarazada de mellizos (QuickSilver y la Bruja Escarlata). Su historia continua entre su cambio de nombre, su retorno a Israel a trabajar en un Kibutz de Haifa, sus diferencias con Charles Xavier y su terquedad por salvaguardar a los mutantes antes de que alguien (al igual que a los judíos) quiera exterminarlos.
Es así como casi sin querer, nos encontramos historias ocultas, disfrazadas o simplemente camufladas, esperando a ser leídas por nosotros dentro del mundo de la ficción y los comics.
Quizá Magneto sea uno de los superhéroes más odiado/amado del mundo Marvel, pero su historia explica que el rencor y el resentimiento que carga se debe al drama vivido durante el Holocausto y después de él.
Por: Junior Aguirre Gorgona. Profesor de Estudios Sociales y Educación Cívica
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