Barguti no es una opción

El tristemente célebre terrorista palestino, condenado a cadena perpetua por su participación en numerosos asesinatos en Israel, lidera la masiva huelga de hambre palestina en las cárceles israelíes. Marwán Barguti es visto como alternativa a la actual dirigencia palestina; sin embargo, el Jerusalem Post explica en este editorial por qué no es una buena opción.

Barguti se radicalizó como resultado del colapso de las conversaciones de paz de 2000 entre el entonces primer ministro [israelí], Ehud Barak, y Yaser Arafat. [Entonces] se convirtió en terrorista y se afilió al Tanzim, el brazo militar de Al Fatah, responsable de algunos de los ataques terroristas más mortíferos perpetrados contra civiles israelíes.

Barguti es un experto manipulador político que ha conseguido seguir siendo relevante a pesar de su encarcelamiento, hace una década y media. Está utilizando a los presos palestinos como último recurso en su propio beneficio.

Es deprimente que un hombre como Barguti, con las manos manchadas con la sangre de tantas víctimas, haya sido consistentemente el candidato más popular para liderar al pueblo palestino. Y no lo es pese a su violento pasado criminal, sino precisamente gracias a él, [por eso] puede vencer a un candidato de Hamás (…) Este es el triste estado de la radicalizada política palestina, que el auténtico obstáculo para la paz.

Reuel Marc Gerecht insta a Washington a acometer una política iraní que ponga en la mira a los ayatolás y simpatice activa y abiertamente con la oposición democrática.

Debemos contener y hacer retroceder a Irán y a su creciente ejército de milicias asociadas. Tendríamos que apuntar hacia el talón de Aquiles del régimen clerical: el descontento popular con la teocracia. Los derechos humanos deberían ser una prioridad en la política americana hacia Irán.

La Revolución Verde, que estalló en Irán en 2009 tras unas disputadas elecciones presidenciales, puede que sea un débil recuerdo para muchos en Washington, pero sigue atormentando a Irán. Contrariamente a la visión comúnmente aceptada por la Administración Obama, los disturbios de aquel verano constituyeron una seria amenaza para el orden islamista. En un discurso de 2014, el Líder Supremo, ayatolá Alí Jamenei, admitió que la Revolución Verde llevó al régimen “al borde del precipicio”.

(…)

Si Washington fuera en serio e hiciera con Irán lo que ayudó a hacer con la URSS, trataría de debilitar a la teocracia presionando en todos los frentes. Un sistema de sanciones que castigue al régimen por sus abusos en materia de derechos humanos es una necesidad. Tal medida no solo impondría penas a Teherán por violar las normas internacionales, sino que enviaría una señal al pueblo iraní de que EEUU apoya sus aspiraciones.

Emanuele Ottolenghi, de la Foundation for Defense of Democracies (FDD), recomienda a EEUU que dirija su atención al protector del régimen sirio, Irán. Según Ottolenghi, se impone la necesidad de sancionar el tráfico aéreo entre la República Islámica y la Siria de Asad.

Si el presidente quiere dañar realmente a Asad, debe presionar a Irán, principal protector del hombre fuerte [de Siria]. Interrumpir el tráfico aéreo de Irán a Siria recuperando las sanciones contra su aviación civil sería un buen comienzo.

Incluso tras el acuerdo nuclear con Irán, alcanzado en 2015, EEUU puede seguir empleando las sanciones no nucleares para contener las ambiciones regionales de Irán y su constante apoyo al terrorismo. En la práctica, sin embargo, estas medidas han sido raramente utilizadas (…)

Lamentablemente, el acuerdo levantó las sanciones de la aviación estadounidense contra Irán exactamente en el momento en que el sector se convirtió en vital para los esfuerzos de guerra de Teherán en Siria. En pocas palabras, el acuerdo ha convertido en legal vender aviones a las compañías que han sido relacionadas con los crímenes de guerra de Asad y mantienen a Hezbolá armado hasta los dientes. El presidente debe revertir esto y prohibir que cualquier aeronave nueva aterrice en Teherán hasta que Irán deje de cebar la guerra civil siria con sus aviones comerciales.

 

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Fuente: El Medio

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