Arqueólogos descubren la Tercer Muralla de Jerusalén destruida por los Romanos

La Autoridad de Antiguedades de Israel exhibió el jueves 20 de octubre las claras evidencias de la existencia de la Tercer Muralla de Jerusalén. EL lugar fue destruido durante la invasión del ejército romano durante la Primera Guerra Judío-Romana, entre el año 66 d.C y 73 d.C. La caída de la muralla ocurrió despues de 70 años de la muerte del emperador Herodes.

Esa fue la primera de las tres revueltas del pueblo judío contra el dominio Romano, ocurrida hace cerca de dos mil años, en el período del Segundo Templo. La revelación, irónicamente, ocurrió pocos días después que la UNESCO intentara eliminar “cualquier vínculo” de los judíos con el monte del templo.

Los arqueólogos encontraron junto a los vestigios de la muralla, diversos proyectiles de piedra que fueron lanzados por catapultas, además de una punta de lanza y diferentes piezas de artillería romana utilizadas para derribar el muro. Según el relato histórico, guardas judíos protegían la ciudad desde lo alto de una torre junto a ese muro.

Rina Avner y Kfir Arbib, directores de la excavación, explican que ese “es un testimonio fascinante del intenso bombardeo realizado por el ejército romano, comandado por Tito, con la intención de conquistar la ciudad y destruir el Segundo Templo”.

La Autoridad de Antiguedades presentará todos los hallazgos de la excavación durante una conferencia sobre arqueología el 27 de octubre. El material divulgado hasta ahora ya provocó debates entre los historiadores sobre la localización del la Tercera Muralla, pues está relacionada con los verdaderos límites de Jerusalén antes de la invasión comandada por Tito. Estas se suman a las descubiertas en el Complejo Ruso de Jerusalén, uno de los distritos más antiguos de la ciudad, que también comprueban la localización del muro en aquella área.

Testimonio histórico

Esa muralla no existía en tiempos de Jesús, pero es parte importante de la narrativa de la destrucción de Jerusalén y del templo, conforme fue profetizada en el capítulo 24 del Evangelio de Mateo.

Los escritos del historiador Flavio Josefo, que fue testigo de la guerra, relatan los detalles de varios conflictos, incluyendo esa tercera muralla, erguida para proteger el área de Beit Zeita. Ella quedaba fuera de los límites de la ciudad, al norte de las dos murallas más antiguas y conocidas.

La construcción del muro fue iniciada por el rey Agripa I. Sin embargo, el sispendió las obras para no provocar la ira del emperador Claudio y disipar cualquier duda respecto a su lealtad.

Además, según Josefo, la tercera muralla volvió a ser erguida cerca de 20 años después, como una estrategia de defensa. Ella protegería la parte más externa de la ciudad, ya en preparativos para la Gran Revuelta contra Roma.

El historiador describió en detalles ese muro externo, que comenzaba junto a la Torre Hippicus, más conocida como Ciudad de David. Desde allí, seguía hacia el norte, hasta la enorme Torre Psephinus. Luego, continuaba hacia el este, descendiendo en dirección al sepulcro de la reina Helena, lo que hoy es más conocido como Sepulcro de los Reyes.

Fuente: Gospel Prime

Fuente: Diario Cristiano Web

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