Debs, un ex adicta a la heroína, estaba buscando cerillos para drogarse de nuevo cuando vio algo que nunca había leído antes. Era una Biblia que estaba en el cajón de la vivienda donde se alojaba. Incluso bajo el efecto de la droga, ella comenzó a leer.
“Yo nunca había leído la Biblia antes. Me di cuenta de que estaba luchando en mi vida, pero no había encontrado un Dios vivo a quien pedir ayuda. Ayuda para una vida que ella misma destruyo”, dice.
Debs se crió en una casa de ateos. “Nunca fuimos a la escuela dominical, nunca fuimos a la iglesia. Viví la vida a mi manera, sin ninguna referencia a Dios. Pasé una relación desastrosa a otra, buscando el amor en todos los lugares equivocados”, dijo.
A los 30, se involucró con un hombre más joven, que era un adicto a la heroína. “Cuando descubrí que estaba usando heroína, en lugar de dejarlo, empecé a usarla también.” Ese fue el comienzo de una vida viciada de 18 meses, mientras trataba en repetidas dejar la vida de las drogas. “La vida iba simplemente mal en peor”, dijo.
redención
Fue cuando estaba en el apartamento de un amigo, hurgando en los cajones en busca de algunos cerillos, se encontró con la Biblia. Debs se dio cuenta de que no podía cometer suicidio. “La vida era un infierno, pero la muerte significaba enfrentarse a este infierno. Tenía demasiado miedo de hacer eso. Vi en la Biblia que estaba en dificultades delante de un Dios real. Yo no sabía quién era Jesús, pero sabía que tenía que ir a una iglesia “, dijo.
Era Viernes Santo. Ella estaba en la parte trasera de la iglesia, listo para hacer una “salida rápida” cuando empezaron a leer acerca de la crucifixión de Jesús, en el Evangelio de Mateo.
“Sólo lloré. Lo que oí fue que Cristo murió en la cruz por mí. Todas las cosas que había hecho, y el castigo que iba a venir a mí, Jesús había tomado la cruz. Yo sabía que era el hijo de Dios. yo estaba llorando, llorando solo. salí de allí sabiendo que Dios era mi padre “, señaló.
Eso fue hace nueve años. “Dios sanó y restauró todas las áreas que había destruido a sí misma.” Debs fue capaz de saldar una deuda que había tenido, también sus relaciones fueron restauradas con amigos y familiares, así como su carrera. “No puedo agradecerles a Dios lo suficiente por lo que hizo por mí”, agregó.
Fuente: Ante el Peligro de Apartarse de Dios
